lunes, mayo 24, 2010

Hoy que salgo por Moncloa el tiempo no se para

Hoy que el enredo es infinito el chico de negro me convence para perderme por los bajos de Moncloa. Hoy que le digo a Nuria que se tome una y no hace falta convencerla para que se pierda por las discos, por los pasillos, por los coches y los baños de Moncloa. Esos que siguen iguales pero con distinta gente.

Hoy que ya es muy tarde, Nuria y yo nos miramos porque la juventud se zarandea, se cae, me quema y el tiempo se para para bailar reggaton en el Scrufy.

Hoy que cierro los ojos y llamo al italiano porque cada esquina me recuerda a él. Neroni gracias eres un recuerdo de besos y abrazos, de peleas y carreras, de alcohol y droga, que por segundos me devuelve la sonrisa.

Hoy que salgo con yankees de 23 años el tiempo continua. Hoy que los rubios predominan beso a quien no tengo que besar y ya no me acuerdo porque voy pedo. Hoy que el garrafón se convierte en veneno. Hoy que vuelvo a ser mala el polvo se convierte en semilla, espero que no crezca nada de la nada, hoy que respiro y respiro de otra forma no me arrepiento de nada, pero nadie es como yo.

Hoy que le escribo y le digo que le debo un beso y el beso se pierde en el silencio. Hoy que ya no me dan miedo sus ojos negros cierro los mios y duermo.

Hoy que no sé cómo me atrevo... no quiero que se pare el tiempo...