Hoy que he visto luciérnagas en Noruega

Hoy que nunca había visto llorar a mi duendecillo encantado no sé lo que hacer. Hoy que llora mi abuela, a sus 96 años, y tampoco sé lo que hacer. Me acerco, me callo y sólo quiero que sepan que estoy ahí, que no me voy a ir nunca.

Hoy que los bolsillos que se rompen son los de otros, miro al cielo, fumo, bebo de mi Ballantines y espero a que la pena se evapore entre las estrellas, aunque la pena siempre duele al recordarla. Es como si te ahogaras, un golpe en el pecho que para el aire.

Hoy que Vero me enseña a ver un satélite en movimiento, dice que es verde, pero yo sólo pienso en ella porque no hago nada, porque me siento en la terraza de la cabaña noruega y espero a que se le escape una sonrisa... El argentino nos da vida y vemos estrellas fugaces, para él son luciérnagas, pide cuatro deseos a la vez y ya se le acaban... El fremap (Fernet) hace efectos, me alegra haberle conocido más, es un pibe guay que no puede vivir sin Lory, no sé si se escribe así, pero según él es muy sexy...

Hoy que estaba contenta, me entristezco al ver a mi abuela que llora porque dice que es un estorbo y no sabe que ese estorbo me da la vida a diario. Hoy que la quiero más la beso, la abrazo y la quiero con locura; es un amor que poca gente conoce porqué ya no la puedo querer más ni ella a mí.

Ahora que lloro porque no hago nada... Sólo tengo fuerzas para querer y no puedo dejar de hacerlo.

Ahora que es de noche e intento mirar las luciérnagas de Madriz... Carlos aquí no hay estrellas fugaces ni deseos que pedir...

Me acuesto y pienso en él y sus pantalones tai, y me río aunque tenga los bolsillos rotos...

PD: "(...) Para que tú no llores así/

no pierdas la esperanza sé que llegará/

Me muevo con la gente que va/ cargada de recuerdos/ confío en la persona que da/ su amor sin conocerlo/ aún queda tiempo para echarnos a andar/ no me preocupa si te encuentro al final/ tan sólo sé que busqué y que busqué/ lo que este mundo me duele y me da (...)"

Hoy que las lágrimas vuelven

Hoy que echan a Laura, y la rabia se apodera de mis bolsillos que se vuelven a romper, ya no me quedan más golpes... Quizás venga el más duro, el definitivo, no sé si estaré preparada son tantos los que están junto a mí y se marchan...

Hoy que ando al baño y vuelvo para que no vean las lágrimas que mojan mi rostro. Intento ser fuerte por ella, pero hay un momento en el que me derrumbo, Ana, mi Anita me mira y no sé cómo salvarla, porque yo ya estoy derrumbada.

Hoy que el dolor se apodera de mí y no hay nadie a quien hablar, el alma se cae y el corazón no encuentra lugar.

Hoy que subo y bajo en el ascensor del edificio gris para fumarme la pena que con el tiempo se irá...

Hoy que pierdo la sonrisa

Hoy que siento la avalancha de la decepción, me callo, me indigno y quiero regresar a mi círculo vital. Hoy que quisiera no haber conocido a nadie se me vuelven a romper los bolsillos, se rasgan (el de la izquierda, el de la derecha y hasta el del culo) Hoy que quiero ignorar la verdad lloro. Le doy la razón a la mentira porque me cuesta creer la verdad que me traiciona.

Hoy que se va Vero, mi duendecillo encantado, siento que el alma se hunde, miro a nuestra ventana y lloro. Hoy que es mañana y sigo llorando...

Hoy como ayer, y como mañana, le busco y por ahora le encuentro, es lo primero que hago al llegar, saber que él sigue estando ahí. Él que también me busca y me encuentra y si no estoy mira a un lado, mira a otro y no para de mirar hasta que llego.

Él que a su manera me da su sonrisa y yo le doy mi risa. Él que es mi protector, yo que soy su niña y no quiero dejar de serlo.

Hoy que el cielo se nubla y la tormenta nos cae encima llora, y aguanto y le hablo, y a veces no digo nada porque me duele el alma. Hoy que espero que ya sea mañana para volver a recuperar la sonrisa...